Desde las carreras de Fórmula 1 y con el objetivo de innovar nace la colección más informal de TAG Heuer. Esta marca de relojes lanza diseños atractivos e impactantes para mujeres y hombres identificados con un estilo joven y audaz. Sin renunciar a altos niveles de calidad, se idearon para uso diario y están elaborados para resistir duras condiciones en la vida diaria: agua, golpes, roces, sudor.
La maquinaria se somete a situaciones ambientales extremas en circuitos de carreras reales, proceso que avala su elevada precisión. Se trata de relojes deportivos, con altas prestaciones. En consecuencia, muchos pilotos profesionales han confiado en este modelo a la hora de tomar parte en competiciones.
Un año después de que Techniques d’Avant Garde (TAG) adquiere Heuer, en 1986, se lanza este modelo icono, inspirado en el éxito ya reconocido del Swatch, que ya había sido lanzado en Basilea 1983. La crisis del cuarzo de los años 70 obligó a Suiza a repensar como fraguar un reloj rentable a un precio de venta mucho más bajo. Entonces, surge el Formula 1 cuyo precio se fijó entre un 30 y un 50% más bajo que un Autavia. Se inició como reloj de cuarzo y así ha permanecido a lo largo del tiempo en el mercado, con una versión cronógrafo lanzada en 1989, y algunas modificaciones posteriores en el movimiento. El F1 no era tan barato como un Swatch pero presentaba el mismo concepto: caja sintética, colores vivos, movimientos de bajo coste y embalaje de venta sencillo para intentar atraer a los compradores anteriores de relojes suizos. Y, como en el Swatch, supuso un enorme éxito de ventas.
Tal vez el único nexo identificable entre las dos empresas, TAG y Heuer, era el vínculo con las carreras de Fórmula 1. Por supuesto Heuer había sido patrocinadora de Ferrari durante los años 70, y TAG fue el principal benefactor del equipo Williams desde 1979 a 1981, justo antes de comprar el 50% de McLaren Internacional al final de la temporada de 1981. Entonces TAG financió el desarrollo del motor Porsche 1.5 litros que catapultó a la escudería McLaren-TAG a ser la ganadora del campeonato mundial en 1984 y 1985.
Como se ha mencionado antes, la serie tuvo un éxito extraordinario, y, sin embargo, dejó de producirse en el 2000, habiendo obtenido cifras de ventas muy altas. Como no podía ser de otro modo, volvió a introducirse en el mercado pocos años después y el Formula 1. A día de hoy, permanece como un aliado fundamental en la distribución TAG Heuer, ya que aporta un alto valor de mercado final para esta prestigiosa marca de relojes suizos.
Las Series del Formula 1
La primera serie del F1 fue diseñada por Eddy Burgener, quien usó una innovadora caja con una mezcla de acero revestida de fibra de vidrio. Tuvo solo dos tamaños y colores muy vivos conjuntados con el color de la correa de plástico. El diseño era claramente distinto a lo que se había lanzado antes en la marca, tan solo se conservaron las manecillas “Mercedes” en la serie de buceo. En 1987 la serie incluyó una caja de acero y brazaletes con una nueva variedad de colores. Los modelos de Fibra de Vidrio continuaron vendiéndose hasta 1994 y sobresalen aún hoy por ser la firma real de la serie Formula 1.
Esta primera variedad, fabricada desde 1986 hasta 1990, se fabricó en varios movimientos de cuarzo. Al final de su era, en 1989, acorde con la imagen deportiva del reloj, se añadió una versión cronógrafo del Formula 1. La fecha se registraba de una forma original con el círculo situado a las 6 horas, los minutos y los segundos en los registros de las 3 y las 9 horas, respectivamente. Funcionaba con un movimiento de cuarzo complejo, aparentemente fabricado por Ronda. La mecánica era frágil y muy difícil a la hora de realizar una revisión o un mantenimiento. Esto explica que se comercializase durante menos de dos años. Como consecuencia se lanzó enseguida una segunda generación de cronógrafo. La imagen resultaba más atractiva y más clásica y el movimiento se mejoró mucho.
La segunda serie del Formula 1 se inicia en 1998 con el reloj básico y mejorando las prestaciones del Cronógrafo y cambiando su dial. La esfera presenta en su exterior una escala de minutos, números árabes y un círculo interior con diseño impreso. La imagen es mucho más moderna que la del modelo original, si bien innecesariamente complicada. Otra modificación son las manecillas de forma triangular, en las horas, el segundero y minutero y en los registros del cronógrafo. Se ofreció la posibilidad de correa de caucho. El movimiento no cambió.
Antes ya se ha expuesto que, a pesar de un ser un éxito de ventas, el Formula 1 dejó de fabricarse en los años 2000. La entrada de la nueva gerencia de LVMH dirigía la planificación hacia la alta gama y un reloj low cost desentonaba en la nueva política. En 1985 la idea del bajo coste encajaba bien en el mercado. Pero al inicio de los años 2000, en una situación internacional de bonanza económica, una pieza de esas características (cristal mineral, bisel de plástico) aportaba una imagen de escaso nivel, que era discordante con los intereses de la marca TAG Heuer en aquel momento. Del mismo modo que el reloj Heuer de los años 70 no tenía sentido en el mercado de los 80, el modelo Formula 1 parecía que ya no era representativo al traspasar el segundo milenio.
Tras un paréntesis de cuatro años, el Formula 1 regresó con un nuevo diseño y materiales mejorados. Surge la Serie 3 con un bisel de acero lacado en titanio carbono, una caja de acero y cristal zafiro. La esfera ofrece una imagen totalmente renovada, con manecillas triangulares de apariencia metálica y números árabes solo a las 12, las 3, las 6 y las 9 horas. Permanecieron similares la forma básica de la caja y el bisel, si bien su diámetro se aumentó a 40 mm, el anterior tamaño de 34 mm parecía pequeño para las preferencias del momento. Un sello distintivo de la Serie 3 son los “parachoques” de poliuretano a ambos lados de la caja, al parecer era una idea del piloto finlandés Kimi Räikkönnen, quien fue imagen publicitaria de las nuevas series. El aspecto general del reloj es robusto, con un diseño de vanguardia, ajustado a su posicionamiento juvenil y menos formal dentro de esta marca.
La Serie 4 es una evolución desde la 3. Se reemplazó el “parachoques” de poliuretano por la expresión escrita en negro de la marca “TAG Heuer” a ambos lados de la caja. El diámetro era ligeramente más grande, 41 mm tanto en el reloj como en el cronógrafo y de nuevo se confieren mejores prestaciones a los materiales. En este modelo la novedad está en el acabado del bisel que utilizó números en relieve, no grabados ni pintados. Asimismo, el diseño del nuevo cronógrafo se distingue por un registro circular de mayor tamaño y enmarcado en un anillo de plata en las 6 horas.
En 2012 TAG Heuer lanza la modernizada Serie 5. La forma de la caja permanece sin cambios, el diámetro de la caja se establece en 42 mm para el reloj y el cronógrafo. El diseño se presenta más elaborado: bordes pulidos, mayor calidad y una evocación emocional más adulta. Es evidente que el modelo inicial del Formula 1 se desdibujó con todos estos cambios, pero también se garantizó que ya nunca fue asimilado a un reloj de bajo nivel.
Por primera vez se introdujo un movimiento automático, usando el Calibre 16. Este hecho llevó al Formula 1 a un sector diferente en el mercado de la relojería.
En 2015 surge la Serie 6, el cambio más significativo en los 30 años de andadura del Formula 1. El reloj abandona el diseño de la caja usado desde 1986 y se impone una imagen similar al Heuer Autavia de los años 70, creando una apariencia totalmente nueva, pero conservando las señas de identidad del Formula 1 inicial. Se mantienen algunos modelos de cuarzo, si bien se amplía la variedad de movimientos mecánicos para incluir las variaciones de Calibre 5, 6 y 7.
En retrospectiva
El Formula 1 fue capaz de establecerse como un modelo deportivo, sin pretensiones dentro de una marca de alto nivel. Al principio fue un reloj que se adquiría en colores llamativos y en cuarzo, aunque se ofreciera en versión mecánica. Porque para un sector relevante de público esa pieza representaba el primer reloj importante. La unión estratégica con los campeonatos mundiales de Formula 1 supuso una ganancia en credibilidad. Como muchas piezas de bajo coste, el diseño innovador y las mejoras transformaron el modelo aportando calidad, valor económico y un halo conservador. El espíritu originario todavía se refleja en el ejemplar actual y hay un lugar para él en las líneas de TAG Heuer, incluso aunque la marca ha virado hacia la complejidad del movimiento mecánico.
Fuente: https://www.calibre11.com