El nombre de Lorenzo proviene del latín «laurus» (laurel), significa «coronado de laureles» en el sentido de ganador o victorioso.
San Lorenzo nació en Huesca en el año 225, lugar de nacimiento también de sus padres San Orencio y Santa Paciencia y fue uno de los siete hombres más importantes (o diáconos) del Sumo Pontífice de Roma y el encargado de distribuir ayudas entre los pobres. También se ocupaba de administrar los bienes de la Iglesia, por eso la leyenda dice que entre los tesoros de la Iglesia confiados a San Lorenzo se encontraba el Santo Grial, que es la copa que usó Jesús y los Apóstoles en la Última Cena, y estando en Roma consiguió enviarlo a Huesca para su salvaguarda a sus tíos y primos que allí le quedaban, donde fue escondido posiblemente en la Iglesia de San Pedro de Huesca hasta que se trasladó en el 711, por el avance musulmán, a las montañas de los Pirineos y de allí al Monasterio de San Juan de la Peña también en la provincia de Huesca.
En el año 257 el emperador Valeriano decretó un edicto de persecución en el que prohibía el culto cristiano y sus reuniones en los cementerios. Para muchos sacerdotes y obispos supuso su muerte mientras que a los cristianos nobles o que pertenecían al Senado se les despojaba de sus bienes antes de enviarlos al exilio.
Así, el 6 de agosto del año 258, el Papa Sixto fue asesinado con 4 de sus diáconos. Cuatro días más tarde, el 10 de agosto, ocurrió lo mismo con San Lorenzo. Dice una leyenda que el Papa Sixto de camino a su martirio profetizó la muerte de San Lorenzo cuando este último le preguntó al Papa antes de morir que dónde iba sin su hijo, sin su diácono. En ese momento el Papa le dijo «En tres días tú me seguirás».
Tras el asesinato del Papa, el alcalde pagano de Roma, que era muy avaricioso, conocedor de las funciones de custodia y administración de los bienes de la Iglesia de San Lorenzo, ordenó a éste que le entregara dichas riquezas. San Lorenzo le pidió tres días de tiempo para reunirlas y lo que hizo fue convocar a todos los pobres, lisiados, huérfanos, viudas, ancianos, mutilados, ciegos, leprosos… a los que ayudaba. Se los presentó al alcalde indicándole que todos ellos eran los verdaderos tesoros de la Iglesia. Para el alcalde esto supuso una gran burla y afrenta y por eso motivo condenó a morir lentamente y con el mayor dolor posible a San Lorenzo. El alcalde mandó encender una parrilla de hierro sobre la que acostó a San Lorenzo. Después de estar un rato quemándose en la parrilla San Lorenzo pidió a su verdugo que le diera la vuelta, que por este lado ya estaba asado. El verdugo así lo hizo, y cuando ya estaba también quemado por completo, San Lorenzo exclamó «La carne ya está lista, pueden comer».
Para la Iglesia Católica es el Santo más importante tras Pedro y Pablo. Está enterrado en la Basílica de San Lorenzo de Roma.
En la Comunidad de Madrid el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, fue construido por Felipe II para conmemorar la victoria de San Quintín el 10 de agosto de 1557, como agradecimiento a San Lorenzo por haber intercedido ante Dios para conseguir dicha victoria, por esa razón mandó construir el monasterio con forma de parrilla.
En Huesca es nuestro patrón, y el 10 de Agosto, en homenaje al día de su muerte, es el día principal de las fiestas que se celebran del 9 al 15 de Agosto.
La Joyería también dedica el diseño de sus piezas a San Lorenzo:
Colgante de parrilla de oro y brillante. Más información.
67 colgantes de parrilla de plata dispuestos de manera original formando a su vez otra parrilla. Más información.